viernes, 25 de febrero de 2011

Rutas

El camino de la Sierra: de Ruteixeira a Ponte Tréveda.


Esta tercera ruta descrita es en realidad una continuación de las entradas de Enero y Febrero de 2010 que describen el camino que recorre el valle de Valdelobas. Como su nombre indica, es un camino que transcurre por la sierra que divide los valles de Valdelobas y Paradela. Fue camino de acceso a la leña, a los cultivos en el monte llamados searas y a los pastos de invierno para ir con el ganado. Por su altura, se divisan pueblos vecinos, montes lejanos y bellos paisajes.

Empezaremos nuestro camino en Ruteixeira, donde lo dejamos en la anterior ruta, empezando a subir el camino por la derecha del valle. A la izquierda, a otro lado, veremos el paraje llamado Sopenas.

Seguiremos subiendo y, tras dejar a la derecha una pista de nueva costrucción, giraremos por la segunda, donde seguiremos subiendo. Si fuéramos por la izquierda, por la pista que empieza a bajar, nos llevaría al cercano pueblo de Lamagrande. Desde el cruce, la parte monte que vemos enfrente se llama o Arganal.



El camino continua entre bosques de robles, a través de un paraje llamado Trigais. La gente mayor todavía recuerda que en la posguerra todo esto eran searas o trozos de monte que se quemaban para sembrar centeno.


Entre los árboles vemos el camino que al otro lado del valle sube hacia Lamagrande, situado casi en lo alto de la montaña, aunque no se ve desde aquí.


Hacia el lugar llamado Valquente, el camino ya es bastante llano. Antiguamente toda esta zona era lugar para aprovisionamiento de leña para el invierno.



Se empieza a observar una buena vista del valle de Valdelobas, con el camino nuevo citado anteriormente más abajo. Al fondo, el monte más alto es la Pena do Seo, en cuyas faldas hubo unas famosas minas de wolfram.



Casi enfrente vemos a Serra da Escrita, en cuyo alto se encuentra la escombrera producida tras el derrumbe del túnel de la A-6 a principios de 2009.



También vemos otra imagen de Sopenas.



Tras un corto espacio de tiempo, empezamos a ver el monte Pereiro, situado justo enfrente de Trabadelo. También vemos el pareje conocido como o Ucedo das Rañas, donde se iba con el ganado a pastar en los meses de invierno.



El monte de enfrente se llama Chao do Pedro y el cavorco, a Vellonciña.



Vista hacia el fondo del valle de Valdelobas, con los prados llamados a Vella.



En esta otra instantánea, mirando hacia atrás, apreciamos el camino nuevo por debajo nuestro y otra vez Sopenas.



Y llegamos a la llanura llamada Chandadrada, desde la que se ve el pueblo cercano de Soutogaioso (Sotogayoso) y a su lado el monte llamado Cruz de Souto, con forma característica de pico agudo. El nombre de Chandadrada es muy antiguo, apareciendo ya en el Libro de la Montería del rey Alfonso XI escrito en la primera mitad del siglo XIV. Las cosas han cambiado mucho desde entonces, pues hablando de estos valles dice lo siguiente: '...a ladera de Valde Lobas que es cabo Villafailde (Villafeile, pueblo situado un poco más abajo de Lamagrande), es buen monte de oso en verano, y es la vocería (grupo de gente que se ponía en las batidas para espantar a las reses, azuzándolas y confundiéndolas a base de voces altas y destempladas, hacia el puesto de los cazadores) por el Antigua de Fallaos, y por los collados de Valde Lobas y por Sopeñas (Sopenas) Y es la armada (línea donde están los cazadores) en Chandredadas (Chandadrada) que es en la sierra de Trigais...' Obsérvese que acabamos de ver varios de estos nombres de lugar, aunque después de siete siglos no se cazan osos por la zona.



Un poquito después, se nos unirá el camino nuevo que sigue paralelo al que venimos.



Y otro poco más allá, llegaremos a otra bifurcación de caminos: el que nos queda a la izquierda es el camino tradicional que subía al pueblo de Canteixeira. El camino empieza a bajar, pero eso lo veremos en la próxima entrada.


sábado, 5 de febrero de 2011

Mes a Mes (IV)

Abril




Abril representado en las pinturas del Panteón de los Reyes de San Isidoro de León. Fuente: http://www.romanicoaragones.com/






Según el refrán, abril es chuviñoso, lluvioso. Mes decisivo por la lluvia que necesitaba el cereal que empezaba a nacer. El trigo se sembraba a finales de mes: con un mego o cesto en el cual se metía la mano y se iba extendiendo el grano. La proporción era media fanega o dos cuartales de tierra por una de semilla. También es época de siembra de patatas, sobre todo el las Cortiñas, donde se hacía a sacha y en surcos (sucos), tapándolos luego. Se empezaban a quitar las primeras malas hierbas. En abril el ganado empieza a ir a los prados hasta mediados de mayo, cuando éstos se reservan para la recogida de la hierba.

Fiestas y celebraciones: Destaca la Semana Santa, que empezaba el Domingo de Ramos, día en el que tradicionalmente todo el mundo ha de estrenar algo y se bendecían los ramos de laurel (también boj o tejo) y seguía con el Jueves Santo, cuando a partir del mediodía no se podía trabajar hasta el lunes siguiente. Durante este día se hacía el llamado monumento. Consistía en tapar el altar mayor de la iglesia y poner velas a los santos del altar lateral (la Virgen del Rosario y San Antonio), para los que todo el mundo compraba una vela, habiendo tanta cantidad de ellas que los mozos dormían en la iglesia para evitar que con el fuego de dichas velas se pudiera quemar la iglesia. Durante el Viernes Santo tenían lugar el Vía Crucis, los calvarios hasta el cementerio (eran famosos los cantos de las beatas) y también dos procesiones: una diurna en la que era sacado el Cristo sólo por los hombres y otra nocturna, en la que la sacada era la Virgen del Rosario y en la que el exterior de las casas del pueblo era adornado con luces, ya fueran velas, cirios, conchas de caracol con mecha, etc. Durante la noche del Viernes Santo y la del Sábado Santo los mozos seguían durmiendo en la iglesia para evitar posibles fuegos. Y llegaba el Domingo de Resurrección, día en que los padrinos regalaban el panecillo a sus ahijados y se comía de postre torraxas (torrijas)
Es conveniente señalar que después de Semana Santa siempre había confesiones generales con posterior comunión.









Abril ilustrado en el libro de horas "les très riches heures du Duc du Berry", manuscrito del siglo XV. Fuente: Wikipedia.