martes, 27 de diciembre de 2011

¿Hace frío hoy?

Meteorología popular



Hacia 1850, el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz calificaba el clima de Trabadelo como "benigno" Técnicamente, los meteorólogos de la actualidad califican el clima del pueblo como atlántico con influencia continental. Lo que se puede decir es que con respecto a pueblos vecinos, es un clima intermedio entre la zona llana del Bierzo (inviernos con niebla, veranos calurosos) y las zonas altas de Balboa, o Cebreiro, Ancares y Caurel, con más nieve en invierno y más fresco en verano. Se puede apreciar en la vegetación natural del pueblo, donde conviven abedules (de climas frescos y húmedos) con encinas (de climas más cálidos y secos) Hablaremos brevemente sobre dos aspectos principales: las estaciones del año y los fenómenos meteorológicos.





ESTACIONES DEL AÑO.



Invierno. o inverno. Aabundante en lluvia, nieve, frío intenso y heladas. Se puede llegar a veces a -10ºC. Si el invierno es riguroso y crudo, se le llama invernía.

Primavera a primavera En la tradición popular destaca marzo, mes con mala fama, por ser muy cambiante e incluso el sol de marzo se dice que es perjudicial. Existe en el habla local el verbo marcear, cuando en otro mes cualquiera del año el tiempo se comporta como si fuera marzo. Mayo es la plenitud de la primavera.

Verano. o vrao Meses más secos y cálidos del año, aunque sólo los días más calurosos se sobrepasan los 30ºC. Las noches suelen ser frescas (15ºC o menos) Destaca a canícula, entre el 21 de Julio y el 23 de Agosto, cuando el apogeo del verano puede hacer que haya días de calor abrasador.

Otoño. El nombre popular es as castañas, como hemos dicho en otras entradas, pues cae esta fruta tan importante hasta no hace mucho en la economía del pueblo. Tiene lugar la caída de la hoja de los árboles y las primeras heladas de la temporada.






FENÓMENOS METEOROLÓGICOS.



Lluvia. a chuvia. El clima de Trabadelo es húmedo, llueve bastante en otoño, invierno y primavera y menos en verano, cayendo alrededor de 1000 mm. de precipitación anual (1054 mm. según alguna fuente) La lluvia es muy importante para el campo y las cosechas, lo que ha hecho que la sabiduría popular intente hacer pronósticos. El refrán típico de Trabadelo se as nubes van pra Pradela, colle a mantela, se as nubes van pra Vilar ponte a mallar, tiene base científica: las borrascas que traen la lluvia entran desde Galicia con vientos que van de sur a norte, por lo que si las nubes van hacia Pradela, pueblo situado al norte de Trabadelo, llueve seguro. Hay otros pronósticos basados en animales: por ejemplo llueve si la curuxa canta del lado de Trebecela (al otro lado del río Valcarce) o las gallinas se ponen al sol. Hay algún vocabulario específico: si la lluvia es fina se le llama chuviña o babuxa; si llueve menudo, cercea; el rato grande que llueve es unha horada. Comentar que no suele haber inundaciones en el pueblo.

Tormenta. a trona. Típica de verano, se le teme porque puede estropear la recogida de la hierba. El sonido que provoca la tormenta es o tronido (trueno), y la descarga eléctrica, relámpago. Las nubes de tormenta, llamadas científicamente cumulonimbus, se llaman popularmente castillos.

Nieve. a neve. Típica del invierno, aunque alguna vez nieva ya en Octubre e incluso algún año se tiene noticia de nevar en Junio. Los copos de nieve son farrampos y cuando nieva con fuerza, farrampea. No dura mucho, se suele derretir pronto incluso en los montes. Si viene de Castilla (del este) nieva más, la nieve es más seca y tarda más en sin fundirse.

Helada. a xeada (verbo: xear) Son fuertes en Diciembre y Enero, pero empiezan en Octubre. A partir de marzo estropean las cosechas. Una consecuencia de las heladas y su congelación son los carámbanos, llamados en Trabadelo carambelos o bien chupois.

Granizo. a pedra. Hace daño a las cosechas.

Viento. o aire. O aire romba. Si es frío se llama birisca, cuando proviene del norte. Al remolino se le llama furacán.

Niebla. Se da sobre todo en invierno, entre Noviembre y Marzo, cuando es muy fría y dura bastantes días, aunque menos que en la zona llana del Bierzo entre Villafranca y Ponferrada. Debido a la inversión térmica, a veces en las montañas luce el sol y es solo en los valles donde hay niebla. Un tipo de niebla especial es la llamada seca-fría, cuando (como bien dice su nombre) es muy seca y con mucho frío.

Rocío. o orballo. Condensación del agua en forma de gotas típica de las mañanas. Especialmente abundante en los prados.







Invierno. Nevada en a Ponte Tréveda.


Primavera. Río Valcarce en o Fondo do Lugar.


Verano. Niebla cubriendo o Pereiro.


Otoño. Vista del pueblo desde o Pico do Lugar.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Llega Diciembre

Otoño en los soutos

Llega Diciembre, se acaba el año y las castañas ya han sido apañadas. Demos un paseo por los soutos de Trabadelo, que están muy bonitos...
















































































Fotos por Tony Álvarez Amigo. Noviembre 2011.


viernes, 25 de noviembre de 2011

Mes a Mes (VI)




Junio



Junio representado en las pinturas del Panteón de los Reyes de San Isidoro de León. Fuente: http://www.romanicoaragones.com

En Trabadelo se usa el castellanismo junio, aunque también se le llama a este mes San Juan, al ser ésta la principal festividad del mes (hay un refrán que dice Maio pardo e San Juan claro, aludiendo a su principal carcterística). Mes cercano al verano, con los días más largos del año. Se empieza a recoger la hierba de los prados y lameiros, actividad esencial para la alimentación del ganado durante el invierno. El proceso se hacía por fases e implicaba a toda la familia: primeramente había que cortar la hierba con la guadaña o gadañar, para luego estender a herba, darle la vuelta para que secara por ambos lados, atar la hierba en manizas (con vincallos, en castellano vencejos, que previamente se habían elaborado con la paja del centeno), acarrexar a herba en carro para llevarla a la barra o desván para almacenarla y utilizarla como hemos dicho en los meses de invierno, cuando hay poco alimento. Época también de recoger la patata temprana.

Entre las fiestas y celebraciones destaca San Juan, día de hacer hogueras, aunque nuestros mayores recuerdan que en su infancia ya se hacían pocas, alguna solamente en la Aira dos Bolos, al final de a Viela. Lo que sí se conservaban eran algunas tradiciones relacionadas con el solsticio de varano. Por ejemplo, existía la costumbre, como acto de purficación, de bañarse (o al menos mojarse los pies) en el río Valcarce antes que diera el sol del día 24. También se sacaban las mantas a los balcones antes de que les diera el sol para evitar que se apolillaran.
Aunque las fiestas de Trabadelo eran en invierno, como hemos indicado en otras entradas, durante el mes de Junio había fiestas patronales en otros pueblos cercanos a los que acudían los mozos y mozas del pueblo, por ejemplo San Juan en la Portela o San Pedro en Pradela. Destacaban también las Ferias de ganado en Villafranca el día de San Antonio (13 de Junio)




Junio ilustrado en el libro de horas "les très riches heures du Duc du Berry", manuscrito del siglo XV. Fuente: Wikipedia.


domingo, 13 de noviembre de 2011

Actualidad

La iglesia de Trabadelo recupera su retablo mayor del siglo XVII



La iglesia de Trabadelo luce como nuevo su retablo mayor del siglo XVII. Se trata de una obra de transición del renacimiento al barroco, que se hallaba en estado bastante deteriorado por la acción de un ataque biológico de Anobium punctatum [1] activo. La rehabilitación del retablo, de dos cuerpos y tres calles, se ha llevado a cabo gracias a una ayuda de 11.000 euros [ se decía 110.000 en la primera edición ] de de la Obra Social de Caja España.





[1] para los amigos, carcoma, o como se diría en el pueblo, polilla.



Fuente: Diario de León, 11 de Noviembre de 2011.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Lugares de Trabadelo

Casas (7)





Casa dos de Pradela.




Casopo da Xoca.

Casa do Ramonito (antiguo Almacén de Arriba)


Ayuntamiento.


Casa do Moreno.



Casa de Fela.




Casa do Frebas.





Casa do Secretario (Antiguo ayuntamiento)




Casa de Pepillo.




Casa de Gerardo.


jueves, 27 de octubre de 2011

El castillo que hubo en Trabadelo

El castillo de Autares (3)


CARACTERÍSTICAS

Extraídas del libro "Fortificaciones y feudalismo en el origen y formación del reino leonés (siglos IX-XIII)" de José Avelino Gutiérrez González. Universidad de Valladolid. 1995.

COORDENADAS: 42º 39' 50'' - 03º 12' 06''

TIPOLOGÍA: Puestro de Control o Castro.

ALTITUD: 820 m. Altura relativa: 220 m.

PLANTA: Irregular ovalada.

MEDIDAS: 60 x 40 / 10

TÉCINCA CONSTRUCTIVA: Terrera

ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS: Vallado terrero / foso prerromano ?

DESCRIPCIÓN: Emplazada en un cerro hercíneo de las montañas galaico-leonesas sobre la vía del puerto del Cebreiro, se encuentra una fortificación con defensas terreras: taludes o vallados circundando la cima del cerro y dos fosos excavados en las laderas Norte y Este; el primero separa el cerrete de los montes inmediatos y el segundo baja hasta el camino. En superficie no se aprecian estructuras; está cubierto por una espesa vegetación de monte bajo.

COMENTARIO: Aunque las noticias históricas que conocemos en relación a este lugar lo carcterizan como una instalación de vigilancia de la vía hacia Galicia, la morfología del asentamiento y sus defensas terreras lo asemejan más a las fortificaciones castreñas de época anterior que abundan en el occidente berciano; no obstante, la ausencia de materiales claros impide definir una realización o reutilización en época medieval; sabemos que en 1072 Alfonso VI, preocupado siempre por las mejoras de los caminos, especialmente el de Santiago, suprime el portazgo que aquí se cobraba para acabar con los abusos que se cometían contra los transeúntes y favorecer a los peregrinos y mercaderes.
Confirma esto su función de control de la vía y de percepción de rentas sobre el paso, lo que la asemeja a las otras instaladas en puertos del Norte y Oeste leonés - hacia Asturias y Galicia -, especialmente a la de la Portela de Aguiar, sobre el puerto de Cabarcos, al Suroeste del Bierzo.
La identificación del castillo de Autares con este Castro de Aldares se debe a Justiniano Rodríguez, corrigiendo su ubicación en Vega de Valcarce que proponían otros autores con suficientes argumentos documentales, toponímicos y arqueológicos.


FOTOGRAFÍAS

Como hemos visto en esta y otras entradas anteriores, lo que queda del antiguo castillo es prácticamente nulo, pero intentaremos ilustrar lo dicho con algunas fotos tomadas en el lugar y los alrededores.
Primeramente veamos unas fotos aéreas gracias a Google Earth:






Y sigamos con las siguientes fotos:



Vista desde el camino de la Sierra. En ella vemos el llano de Chandabade y a la derecha la ladera llamada Aldares.


Otra imagen de la ladera llamada Aldares.


Vista de la llanura llamada Chandabade donde se debió ubicar el castillo.


Vista desde Chandabade hacia Trabadelo.


Vista desde Chandabade hacia Sotogayoso.


Vista del foso que debió separar el castillo del resto de la montaña.


Vista desde la montaña del foso y del lugar donde se debió hallar el castillo.






Por último, tan sólo como curiosidad y sin confirmación científica, dos fotos que pudieran ser restos: un montón de piedras en el centro de la llanura...




...y piedras junto al camino de la Sierra, en el lugar que pasa junto a Aldares y Chandabade.


lunes, 10 de octubre de 2011

El castillo que hubo en Trabadelo





El castillo de Autares (II)



EL PROBLEMA DE LA UBICACIÓN DEL CASTILLO DE AUTARES.


Seguiremos casi al pie de la letra el artículo del año 1958 en la revista de historia "Archivos Leoneses" llamado "Santa María de Autares. Situación de este antiguo castro" de Justiniano Rodríguez.


De las varias menciones con que los estudiosos han aludido a la situación del castro o castillo de Autares, solamente tomaremos aquí las que consideramos más estimables y relevantes.
Madoz en su Diccionario Geográfico consigna la existencia en Vega de Valcarce de dos castillos arruinados, llaves antiguas del reino leonés por aquel confín, que afirma haber pertenecido a los templarios desde principios del siglo XII al XIV. Denomina Sarracín al que ocupa la derecha de dicho río y conserva en su tiempo el mismo nombre y los desmoronados torreones; y al segundo, situado a la izquierda del río y señalado a la sazón por el solo vestigio de escombros y fosos, lo llama Antares (sic), hoy Castro de Veiga.


Gómez Moreno en su Catálogo Monumental de España, Provincia de León repite en lo fundamental las afirmaciones de Madoz, aunque diferencia el origen y antigüedad de ambas fortalezas, llamando al de Sarracín un castillejo de la Edad Media y castro primitivo al que dicen de Autares o Castro da Veiga, que el autor identifica con el castillo de Santa María de Autares a que alude el documento de 1072.


En el libro "Las peregrinaciones a Santiago de Compostela" coinciden también en este punto con las afirmaciones de Gómez Moreno, situado "en un cerro de la vertiente norte del camino, junto a Vega de Valcarce", un castillo, "tal vez el mismo que un documento del año 1072 denomina de Santa María de Autares". Y en el gráfico que precede a la página 308 de su libro señalan el emplazamiento de éste tocando el norte del casco urbano de Vega de Valcarce, entre este poblado y el próximo de Ruitelán.


Se puede resumir la opinión de los autores citados indicando que a todos ellos es común la creencia de que el antiguo Santa María de Autares no es otro que el actual Castro da Veiga, cuyos nombres, según Gómez Moreno, han llegado a nosotros indeferenciados en la acepción de los moradores comarcanos.



Mas se hace preciso en este punto consignar que la designación unánime que entre los naturales tiene este antiguo fuerte es la de Castro da Veiga o Castro Veiga, sin que la denominación de Autares o Santa María de Autares sea conocida en modo alguno de cuantas personas, de diversa condición y cultura, fueron interrogadas por el autor en el verano de 1957. No es forzoso suponer que el nombre actual de Castro Veiga sea el originario o primitivo del lugar, y aún parece razonable admitir que el Veiga es un sobrenombre en que han prevalecido motivos prácticos de estimación, dimanantes de criterios geográficos o políticos. Si consideramos que frente a esa loma se abre ligeramente el valle de Valcarce, proporcionando una superficie de feraces terrenos de cultivo más extensa que el resto del recorrido fluvial, hallaremos explicable y fácil que la población más tarde surgida al sur del castro tomase el nombre de Vega o Veiga (Vega de Valcarce), que terminó por sobreponerse al del castro remoto cuando éste perdió toda su significación y preeminencias militares y políticas. Los habitantes del contorno siguen llamando a esta población Veiga o Vega a secas. A veces dicen la Vega. Y el castro antiguo vino a ser así un apéndice toponímico de la geografía y la política, concordadas a la larga en la estimación fundamental del factor más importante de la vida comarcana: el valor de la tierra y la influencia decisiva de una población próspera. Se debe consignar además que la iglesia de Vega de Valcarce está de antiguo bajo la advocación de Santa María Magdalena, lo que para el lector quizá suponga un nexo con la denominación de Santa María de Autares, que hemos afirmado no coincidir con Castro Veiga. Pero es obvio que en el siglo XI Santa María es solamente la Santa por excelencia, esto es, la Madre de Dios.




Situación de Santa María de Autares.

Entre los poblados actuales de Trabadelo y Ambasmestas, o sea entre los km. 420 y 425 de la carreteral general de Madrid a la Coruña, a la margen izquierda del río Valcarce, existen aún indicios indudables de tres asientos o fortalezas militares, dos de ellos de innegable configuración castreña y otro de apariencia secundaria, como mero fortín de avanzada y vigilancia.






Mapa del valle del Valcarce con los lugares donde se pudo hallar el castillo de Autares. Fuente: Archivos Leoneses.





El más septentrional de ellos, de imponente aspecto por su altura y contorno, toca con sus estribaciones del norte en las primeras casas de Ambasmestas, ocupando el vértice del ángulo meridional que forma el río de Balboa al desembocar en el Valcarce, cortando el núcleo urbano del pueblo de Ambasmestas. Los naturales lo conocen con el nombre genérico de los Castros, bien aplicado en esta ocasión, por cuanto se trata de tres recintos guarnecidos con sus respectivos fosos, dispuestos al modo de un conjunto de bien ideado enlace, con un núcleo principal y director, situado al oeste y más próximo a la carretera, y otros dos inferiores, más bien pequeños, al costado del este, por donde se enlazan con los altos crestones de la montaña.

Unos 2 km. al sur de la Portela, precisamente entre los km. 422 y 423 de la carretera de Madrid y sobre el talud que la excavación de la carretera ha formado al este, se halla un pequeño fortín construido de piedra y de unos diez metros de longitud en su mayor dimensión, paralelo a la carretera. A primera vista da la impresión de ser un mero paramento construido para la contención del terreno, pues coincide en su cara occidental con la línea del talud y apenas ofrece diferencia alguna en la altura, caídos como se hallan los paredones del costado oriental que mira a la montaña. Los moradores de la comarca lo llaman "los Fuertes", sin otra singularización específica; y por su situación y dimensiones, que lo hacen inadecuado para algún propósito de renombre, es posible que sirviera con otros de mera avanzadilla para la vigilancia o el hostigamiento. Es preciso excluirlo de toda coincidencia con el poderoso castillo de Santa María de Autares.


Hemos dejado para el último término de la enumeración un tercer castro, denominado Aldares. El lector ha de permitirme que apunte en su interés el valor fonético de ese nombre, tan próximo al de Autares que buscamos. Se halla unos 2 km. al sur de "los Fuertes" y solo uno al norte de Trabadelo, precisamente entre los km. 420 y 421 de la carretera a la Coruña, en la que tocan por el oeste sus estribaciones. La loma en que se asienta, de considerable altura, tiene una configuración singular en su centro o cumbre, debido a la erosión que ha actuado uniformemente en todos los lados sobre el blando terreno, resultando así visto por el oeste y norte, una especie de cúpula de suave contono semiesferoidal. Dos profundas torrenteras lo acotan por el norte y sur, en tanto que por el este lo ataja un hondo y ancho foso que lo hace inaccesible por el lado de la montaña. La ladera del oeste baja en rápida pendiente hasta la carretera, aunque se aprovecha su terreno en diversos cultivos, así como la mitad central de la ladera septentrional, que en su tercio inferior se abate casi verticalmente. Se sorprende uno ver cultivos de patata a media altura en esta loma o monte en que parece predominar la tierra arcillosa; lo que tal vez se explica por el valor fertilizante de antiguos escombros. Tiene acceso por el suroeste, mediante un camino sin vestigios de cimentación que parte de la carretera general.






Lugar donde estuvo el castillo de Autares desde la carretera de Pradela. Obsérvese la forma de cúpula esferoidal y el foso que lo separa del resto de la montaña.



Centrando ya el propósito de localización topográfica de Autares sobre las dos remotas fortalezas de los Castros y Aldares, únicos lugares que pudieran adecuarse a las menciones documentales que antes hemos consignado, veamos como a uno u otro convienen o no las circunstancias que han de darnos el criterio seguro.

1) El Itinerario de Antonino cita Uttaris en la vía de Bergidum Flavium a Lucus Augusti y lo sitúa a 16 millas de Bergidum. Según esta referencia la fortaleza de Autares se hallaría a unos 20 km. de Pieros (lugar donde está el Castro Ventosa, antigua Bergidum) y 14 de Villafranca, en el valle de Valcarce. Puede admitirse que el camino romano se ajustaba mejor que el actual a las tortuosidades y recovecos del río, buscando la mínima pendiente en el propio lecho fluvial, lo que fuerza a aceptar un margen prudencial de diferencias en el cómputo de las distancias. La equivalencia de millas con kilómetros suponemos en este caso, a la vista del terreno, que ha de cifrarse con mero criterio de aproximación, dentro del margen de unos 3 km. Y si consideramos que desde Pieros a Villafranca hay algo más de 6000 metros de distancia, y cerca de once mil de Villafranca a Trabadelo, con otros 500 de Trabadelo a Aldares, bien puede inferirse que la situación de este castro encaja en la referencia del Itinerario, dado que la milla romana, computada en pasos, según es sabido, equivaldría a nuestros 1254 metros. Cierto es que el cómputo podría aplicarse con alguna probabilidad a los Castros, situados unos 4 km. al norte. Mas sigamos comprobando las menciones históricas.

2) El documento real de 17 de Noviembre de 1072 sitúa el castillo de Santa María de Autares cerca del puerto del Monte de Valcarce, entre los dos ríos Balboa y Burbia: circunstancia que, si bien conviene por igual a los Castros y Aldares, parece, sin embargo, sugerir la preferencia que, tal como la mención se formula, corresponde al último. Tomamos el "entre" (inter en el docmento latino original) en su rigurosa acepción gramatical, sin atribuir al vocablo ninguna significación de punto medio o aproximadamente medio. Pero cuesta creer que, pretendiendo el notario real determinar con fijeza el lugar en que tan grandes abusos se cometían y sabiendo la existencia y situación del río de Balboa, que cita como uno de los puntos de referencia, extravíe su atención de cronista mencionando también como hito geográfico de interés el río Burbia, dejado muy atrás, junto a Villafranca y en la entrada del Valcarce, donde uno y otro río se unen, máxime cuando la localización habría ganado vigor y precisión, si se tratara de los Castros, con solo indicar que Santa María de Autares se hallaba junto a las aguas del Balboa y en el punto en que se juntan a las del Valcarce. Me inclino por ello a suponer que esta mención se puede atribuir mejor a Aldares, situado a medio camino más o menos de Villafranca a Ambasmestas. Lo que sí resulta indudable a la vista del texto real es que Autares se hallaba al sur del río Balboa, sin coincidencia alguna con el Castro da Veiga, situado al norte del castillo de Sarracín y, por tanto, de Vega de Valcarce.


3) La concesión que Alfonso VI hace en 10 de Febrero de 1103 a la Iglesia de Compostela se refiere a '...un burgo llamado Traabdelo que está en el Valcarce entre el mismo castillo de Outares y el río Burbia...' La intención del notario cuando dice "el mismo castillo de Autares" es querer ligar de algún modo la significación de la fortaleza y el burgo que se dona. Es razonable admitir no solo una proximidad espacial, sino también cierto orden de relaciones intrínsecas o de dependencia, que en este caso aparecen sugeridas doblemente en la denominación burgo que se da a la población. Burgo es, en la acepción normal de aquellos tiempos, el poblado o caserío de reciente formación, amparado por un centro militar o religioso en desarrolloy dependiente de él. También este criterio nos inclina en favor de Aldares con preferencia sobre los Castros.


4) Aún más significativa que los datos ya mencionados es la coincidencia fonética que ambos términos Autares - Aldares nos ofrecen. La derivación se nos presenta tan normal y correcta que no es necesario insistir en su equivalencia. Y cabe aún resaltar el valor de este dato al considerar que, en tanto los Castros y los Fuertes han llegado a nosotros con nombres meramente genéricos, Aldares ha sobrevivido con designación específica y propia, indicio seguro de su antiguo rango, a pesar del decaimiento de muchos siglos de olvido y anonimato históricos.


Por último, el autor constata que el antiguo nombre de Santa María que acompañaba a Autares ha desparecido. Nos dice que quizá hubo dentro del castillo alguna iglesia o ermita dedicada a la Virgen, pero todo ello ha quedado borrado por el tiempo, recordando que San Nicolás es el patrón de Trabadelo, así como San Pedro es de Ambasmestas y San Juan Baustista de la Portela. Pero por nuestra parte podríamos añadir que hubo una ermita dedicada a la Virgen María en el Pico del Lugar, aunque hoy ha desparecido...quizá la ermita guardó la antigua imagen que debió haber en el castillo y estar aquí la pista definitiva sobre la ubicación de Autares en el término de Trabadelo.

lunes, 26 de septiembre de 2011

El castillo que hubo en Trabadelo

El castillo de Autares (I)

Aunque no existe tradición popular de la existencia de un castillo en el término de Trabadelo, lo cierto es que hubo uno en la Edad Media, llamado en los documentos de Santa María de Autares. Hoy en día hay guías o libros que casi dan a entender que todavía existe, por lo que hay gente que le suena el nombre; incluso unas conservas fabricadas en el pueblo se llaman "Castillo de Autares" La verdad es que actualmente no queda nada (o casi nada) de él, pero sabemos que se hallaba situado entre los ríos de Paradela y Valdelobas, en una altura llana llamada Chandabade y junto a un paraje denominado Aldares que conserva su nombre.

Hablaremos de él en cuatro partes: primero, su historia, después cómo se averiguó que estaba en Trabadelo, posteriormente sus características y por último unas cuantas fotos que ilustren lo dicho. Nos basaremos en dos estudios principalmente: Un artículo del año 1958 en la revista de historia "Archivos Leoneses" llamado Santa María de Autares. Situación de este antiguo castro de Justiniano Rodríguez y el libro Fortificaciones y feudalismo en el origen y formación del reino leonés (siglos IX-XIII) de José Avelino Gutiérrez González (Universidad de Valladolid,1995).





Chandabade desde las Médulas de Trabadelo. Aquí debió ubicarse el antiguo castillo de Autares.




MENCIONES HISTÓRICAS




Nos consta por el Itinerario de Antonino [1] entre otras fuentes, la existencia de una vía romana que a lo largo del Valcarce enlazaba Bergidum Flavium (Castro de la Ventosa en Pieros) con la ciudad de Lugo. El mencionado Itinerario señala a 16 millas de Bergidum el castro o núcleo poblado de Uttaris, nombre éste que el historiador Adolf Schulten en su libro "Los cántabros y astures y su guerra con Roma" opina pertenecer al ámbito geográfico de Asturia y derivar etimológicamente de Utta, Utto, Uttius que presupone ser nombres célticos. Así, la derivación Utt-ara, también céltica le parece ser cosa natural.


Damos por supuesto que la denominación latina Uttaris se identifica etimológicamente con el Utt-ara que Schulten admite como céltico, e igualmente suponemos que el Autares (Santa María de Autares) a que alude el documento real de 1072 que vamos a ver dentro de poco, no entraña desviación fonética sustancial respecto del Uttaris citado por el Itinerario. Y aún hemos de añadir que las designaciones Outares (1103), Octaris (1113) y Oteres (1121) no envuelven sino una evolución fonética normal de aquel nombre, por cuanto va en ello no solo la razón filológica, sino también la precisa indicación geográfica o de situación que las menciones apuntan de modo inconfuso.


El 17 de Noviembre de 1072, restablecido el rey Alfonso VI en el trono real leonés, por muerte de su hermano Sancho ante los muros de Zamora, se dispuso a remediar los males sin cuento que ocasionaba a los transeuntes y peregrinos de Compostela el pago abusivo del tributo y portazgo real, que al paso por el valle del Valcarce exigían los castilleros de Santa María de Autares. La concesión real se propuso en este acto suprimir el propio derecho regio de portazgo, que databa de tiempos antiguos, en expresión del texto real y con ello evitar los tremendos abusos cometidos en el pago.


El acto real debía responder a la exigencia y clamor de todo el pueblo, según constata el documento, hasta el punto que los términos de la concesión parecen atestiguar un auténtico pacto de justicia, en el que el rey se siente obligado por el clamor del reino y el bienestar de toda la cristiandad, sin descuidar por ello la mira de mostrar gratitud por haber recobrado el trono cuando menos lo esperaba, y de proclamar la tutela espiritual de Santiago, al que dice estar sujeta la tierra y el orden de toda España. Importa destacar que el portazgo que aquí se menciona como hecho real estaba confiado al titular del castillo de Santa María de Autares, y que éste se hallaba situado en las cercanías del puerto del monte de Valcarce, entre los dos ríos Burbia y Balboa.


Hay una preciosa confirmación de estos datos de situación en la donación que en 10 de Febrero de 1103, hallándose entonces en su palacio real de Cea, otorgó el mismo Alfonso VI, con el asentimiento y presencia de su esposa Isabel, a favor de la Iglesia de Compostela, a la que dio la mitad del burgo de Trabadelo, sito en el Valcarce, entre el castillo de Outares y el río Burbia. De nuevo insiste en la liberación de todo impuesto real.


Las menciones posteriores, contenidas en la "Historia Compostelana" [2] datan de 1113 y 1121 y hablan del papel que tuvo el castillo en las guerras civiles que siguieron a la muerte del rey Alfonso VI, tras ocupar el trono su hija doña Urraca. En 1113 se comenta que el castillo de Santa María de Octaris lo tiene Nepzano Gudesteiz y desde él se podía impedir la entrada a quienes intentaran penetrar en Galicia, pues habla del regreso del ejército gallego del obispo de Santiago Diego Xelmírez a Compostela tras la retirada de Berlanga y Carrión, lo que presupone el camino por el Valcarce, donde los condes Pedro de Traba y M. Peláez, compañeros de Xelmírez, recelaban de la animosidad de Nepzano Gudestéiz, señor de la fortaleza.


Por último, relatando dicha "Historia Compostelana" los episodios de la prisión de Xelmírez en el castillo de Orcillón y luego en el de Cira, la reina doña Urraca se propuso ganar tiempo y esperar la oportunidad de hacerlo trasladar al castillo de Santa María de Oteres, a cuyo fin se entrevistó en Compostela con su leal Juan Díaz. Se pusieron de acuerdo , según asegura la mencionada crónica, en que a la noche siguiente sería trasladado Xelmírez al repetido castillo, que está en Valcarce. Esto ocurre en 1121.



Miniatura medieval que representa a la reina Urraca I de León. Fuente: Wikipedia.



Y hasta aquí la historia. A partir del siglo XII nunca más (que se sepa) se vuelve a mencionar el castillo, que debió caer en el olvido y arruinarse, debido sobre todo a la cercanía del castillo de Sarracín, en la Vega de Valcarce, que hacía de centro administrativo del valle. Pero quede constancia de su importancia como centro donde se recaudaban peajes, como origen de Trabadelo (ver entrada de Noviembre de 2009) y como lugar en el que estuvieron implicados personajes históricos como Alfonso VI de León, su hija la reina Doña Urraca y el arzobispo de Santiago Diego Xelmírez. También anotemos el primer personaje que se sepa que vivió en el término de Trabadelo: el tal Nepzano Gudestéiz (de nombre tan curioso y extraño)


[1] antigua compilación de rutas del imperio romano del siglo IV, del que ya se habló en la entrada de marzo de 2009.
[2] crónica del siglo XII escrita en latín que recoge los hechos de Diego Xelmírez, arzobispo de Santiago de Compostela.


jueves, 8 de septiembre de 2011

Cuando cada vecino cocía su pan

Los hornos y el pan.

Hasta que los años 50 del siglo XX se fundó un negocio de panadería en el Pico del Lugar (actualmente cerrado; hoy en día pasan los panaderos de la Vega de Valcarce o Villafranca del Bierzo por las calles del pueblo), la gente tenía que elaborar el pan para el autoconsumo en hornos públicos. Estos hornos, al menos en tiempos recientes, no eran comunales o del concejo como pasaba en otros pueblos, sino que tenían dueño, llamado o forneiro o bien a forneira, y podían tener ayudantes o empleados. En Trabadelo existían fornos para cocer pan en la Casa da Huerta (en el Pico do Lugar), o Forno da Tía Pilar (un edificio actualmente en ruinas, en el Fondo do Lugar) y otro menor en la Casa de Pedro de Aurita. Paradela tenía su propio horno, en la casa do Canteiro. Estos lugares, que podían ser edificios o bien salas especiales dentro de una casa, contaban con horno incorporado (con bóveda situada fuera de la vivienda), lareira (hogar) donde se calentaba el agua de amasar y los útiles para cocer como caldera, maseira (artesa), mesas, palas, basoiros (escobas), etc., que eran propiedad del forneiro.

Para cocer el pan, una vez cada quince o veinte días aproximadamente se solicitaba turno al dueño del horno. Todas las actividades descritas a continuación se hacían in situ, aunque el interesado en cocer tenía que traer la harina, la levadura y la leña, que solía ser de uces (brezo), poniendo únicamente el dueño el agua caliente. Lo primero que había que hacer era preparar la masa; para ello había que mezclar los ingredientes en la maseira, la cual era de madera y que según el tamaño de la familia podía tener varios tamaños, hasta 2 metros de ancho. Los ingedientes eran: harina ( fariña, la mayoría de veces era de centeno, llamado popularmente en Trabadelo pan, y pocas de trigo), agua caliente, sal y formento (levadura, de la que ya se sabía la cantidad por cuartal) Se debía amasar enérgicamente la pasta con las manos y mientras tanto, el horno era caldeado con la leña de uces. La masa ya traba­jada se iba cortando a trozos en fogazas (hoga­zas) de similar tamaño y una vez hechas, se pasaban a una mesa llamada tableiro, con una manta por debajo donde el pan leldaba (fermentaba) El horno estaba suficientemente caldeado cuando por su boca o puerta salían llamas; era entonces cuando se barría o borrallo (ceniza) del horno con un basoiro, a fin de eliminar los restos de la anterior cocción para que el pan saliera limpio y bien presentado. Las hogazas eran introducidas en el horno con la pala y su cocción tardaba entre una y tres horas, dependiendo del tamaño o tipo. Una vez cocido el pan, había que realizar un pago al dueño del horno, llamado a fornaxe, el cual era en especie: una hogaza por los cuartales cocidos.

La fogaza era la única forma tradicional del pan, siempre de forma redondeada, con mucha miga y con corteza crujiente y tostada; aunque también se cocían bolos (bollos dulces) y empanadas. Recordar que eran las mujeres las que hacían todas estas actividades y que el hecho de cocer era una pequeña diversión y entretenimiento para los miembros de la familia que iban al horno, especialmente los niños, al tener que esperar. El pan así elaborado se conservaba en las casas particulares en una especie de armarios llamados cambeiras.




Bóveda exterior del horno de la Casa do Canteiro. Paradela.




Ruinas del Forno da Tía Pilar.