lunes, 25 de abril de 2011

El término


Laredo



Laredo es un paraje situado aproximadamente a 1 km. de las últimas casas del Pico del Lugar de Trabadelo, en la confluencia del río de Valdelobas con el Valcarce.

Hoy en día sólo podemos encontrar prados y huertos, pero documentos antiguos nos hablan de la existencia en el lugar de un pequeño barrio, parecido a lo que actualmente sería Paradela. Así, en los Padrones de la Merindad de Valcarce, aparece Laredo con 2 vecinos o familias en el año 1547 y en el Censo de la Corona de Castilla de 1594 aparece Trabadelo con Paradela, Laredo y San Lázaro con 44 vecinos. También el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz de 1850 nos habla del antiguo pueblo de Laredo, que según el artículo de dicho diccionario desapareció en el siglo XVII y del que solo queda un puente de piedra.

En efecto, lo único que queda en el recuerdo son los restos de un puente sobre el río de Valdelobas, situado a unos 25 m. por debajo del actual y actualmente cubierto de maleza. El puente más nuevo sobre la nacional será de finales del siglo XVIII, cuando se construye la carretera vieja actual y el viejo será mucho más antiguo. Consultando los libros "El Bierzo prerromano y romano" y "Arqueología de la cuenca leonesa del río Sil" de Tomás Mañanes, tenemos más detalles: el puente formaba parte del camino de Santiago, que venía de Trabadelo y pasado por los prados de Laredo, posteriormente subía por la Serra da Escrita para llegar a la Portela. El puente (o lo que queda de él) está hecho de mampostería y sus dovelas son grandes lajas de pizarra, es de arco de medio punto, a pesar de tener solamente la parte izquierda. También nos dan datos sobre la anchura: unos cuatro metros.

Queda la pregunta de donde se encontraban exactamente las casas del pequeño barrio. Una pista segura nos la da el nombre "as Penas da Casa Vella", paraje peñascoso junto a la antigua carretera nacional, bajando hacia el puente. El nombre recordará la última casa en ruinas de Laredo, la cual debió estar situada entre estas peñas y el río.



Laredo. Prados y río de Valdelobas.



Laredo desde el camino de la Sierra.



Laredo. Carretera y puente. A la derecha, inicio del camino de Valdelobas.



Laredo. Puente sobre el río de Valdelobas.



Laredo. Arco del puente viejo.



Laredo. Arco y antiguo camino.



Laredo. Arco.



Laredo. Vista frontal del puente viejo.



Laredo. Puente viejo. Detalle de la mampostería.


Laredo. Penas da Casa Vella.









lunes, 11 de abril de 2011

Lugares de Trabadelo

Casas (6)

Casa de Campo.



Casa de Anuncia.



Casa dos Morales de Abaixo.


Casa da Tía Carme da Chorra.



Casopo de Dominga de Darío.



Casa de Montero.



Casa do Caseiro.



Casa de Cándido (izqda.), Casa do Mañoso (centro) y Casa da Artillera (dcha.)



Casa da Huerta.



Casa de Dositeo.



lunes, 28 de marzo de 2011

Cuentos

O Tratante de Trabadelo.

En el libro bilingüe Contos e lendas do Bierzo / Cuentos y leyendas del Bierzo cuyo autor es Aquilino Poncelas Abella y que fue publicado por el Instituto de Estudios Bercianos en 2004, aparece un cuento relativo a Trabadelo.

Se llama "O tratante de Trabadelo", apereciendo como el número 36 de la serie y del que se nos dice en la página 336 que fue contado por Manuel Monteserín, vecino de Balboa.

El cuento, en su versión original en gallego, dice así:


Dende que o home é home, poucos foron os mortais que atopándose en peligro non se encomendaron ó seu dios protector. Entre os campesiños resulta, por antonomasia, San Antonio o santo máis invocado polos crentes; es gastan máis das veces con el tal familiaridade, que parecera que tan falando co amigo de toda a vida.

Nun pobo do Bierzo, Trabadelo pra máis señas, vivía un labrador que alternaba o seu traballo co oficio de tratante de gado. Os viaxes máis a feito botábaos a terras galegas, de menudo por monte aberto, e sempre provido do seu sombreiro e caiada, e acompañado polo seu inseparable cabalo.
Eilí dunha vez que regresaba cunha parexa de bois, avantou a noite sen darse conta mentres atravesaba unha serra. E cuando esto sucedía, a compañía de lobos de gana era frecuente, motivo polo que o noso home se dirixiu a San Antonio nos seguintes termos:
- San Antonio, has ter que acompañarme deica Trabadelo. É noite e o paso resulta peligroso.
Seguiu o camiño sen contratempos, e ó chegar ó Alto de Pradela, dende o que se avista xa Trabadelo, pareceulle ó tratante que o risco desaparecera e que o arimo do santo non lle facía xa falta, polo que lle dixo:
- Boeno, San Antonio, xa podes da-la volta, que como quen dice tou na casa.
Nesto, espantábase o animal e o bon do home deu cos seus osos na terra.
- Perdoa, home, perdoa. - confesou temeroso ó Santo -, ven comigo logo hastra a porta de casa...


También en Trabadelo se cuenta esta historia, la cual se da por verídica y que le pasó a un vecino del pueblo muerto hace ya más de cuarenta años.

La historia local dice que el hombre no era tratante, sino que venía de trabajar en la madera del bosque de Barantés, situado cerca del pueblo vecino de Canteixeira. Al bajar del Alto de Pradela y decirle a San Antonio que podía dejar de protegerle, recibe sin saber ni cómo ni de quién una bofetada que le hace caer del caballo al suelo. Es entonces cuando conmina al Santo a acompañarlo hasta la puerta de su casa.

domingo, 13 de marzo de 2011

Rutas

El camino de la Sierra: de Ruteixeira
a Ponte Tréveda (2ª parte)

Continuamos la ruta iniciada en la entrada pasada y que recorre la sierra entre los valles de Valdelobas y Paradela. Seguimos en la llanura llamada Chandadrada donde vemos el camino que sube hacia Canteixeira al fondo.



Un poco después, llegamos a las ruinas de unos corrales llamados as Cabanas, recuerdo de otros tiempos cunado servían de refugio para el ganado que pastaba en la zona.


Por primera vez vemos, según bajamos a mano izquierda, una vista hacia el valle de Paradela.


...y hacia el otro lado, otra vista del pueblo de Sotogayoso y el monte Capeloso al fondo. Capeloso es uno de los montes más altos de la zona, con sus 1592 m., hallándose cerca de la provincia de Lugo y el pueblo de o Cebreiro.


También vemos el valle de San Fiz, también conocido como Valle do Seo. En primer término vemos el antiguo molino de Trabadelo, llamado o Teso Mundín y a su lado la moderna piscifactoría. Más atrás vemos las dos canteras explotadas en el término del pueblo de San Fiz do Seo, el cual no se ve por ocultarlo la montaña de la derecha.


Tras no mucho tiempo, empieza una bajada brusca. Vemos otro llano al fondo, llamado Chandabade y una ladera que baja hacia Valdelobas a la derecha llamada Aldares. En este llano dicen los historiadores que estaba situado el antiguo castillo de Autares, fortaleza medieval de la que actualmente no quedan restos, aunque está documentado entre los años 1072 y 1121. Fue famoso porque el rey Alfonso VI de León suprimió el peaje o portazgo que en él se cobraba a los peregrinos que iban a Compostela y porque la reina Doña Urraca intentó en vano traer prisionero a Diego Gelmírez, Arzobispo de Santiago. Corresponde a la mansión romana de Uttaris, situada en la vía romana de Astorga a Lugo. No queda ningún recuerdo entre la gente del pueblo de la existencia del castillo, aunque su situación elevada sobre el valle del río Valcarce es ideal para la existencia de algún tipo de fortaleza. Además, podemos ver al fondo el polideportivo del pueblo y enfrente el monte Pereiro.


Un poco a la izquierda, vemos Valdequinta y su cavorco, que baja desde el pueblo de Pradela.


Vemos también la zona de las Médulas, hermana en escala reducida de las famosas Médulas de Carucedo. Desde lejos, y debido a los numerosos castaños no se aprecian las excavaciones, alguna cueva y restos de escorias.


Despues de la bajada, llegamos al llano de Chandabade.


Hacia la derecha, vemos desde otra perspectiva la ladera llamada Aldares, cuyo nombre es la evolución del antiguo nombre de Autares que llevó el castillo.


Después de este llano del que hemos hablado, el camino vuelve a descender bruscamente. Nos acercamos al final del camino y ya vemos el valle donde se halla Trabadelo. Vemos tres carreteras: de izquierda a derecha son, la antigua Nacional VI, la nueva Nacional VI y la Autovía A-6 o autovía del Noroeste.


Se ve también el túnel de la Escrita, famoso desde 2009 por sus desprendimientos y el corte que produjo en el tráfico hacia Galicia.


A medio camino de la antigua carretera, vemos el paraje llamado Laredo con sus prados, su puente y el inicio del camino de Valdelobas.


Llegamos por fin a la carretera. Vemos algunos peregrinos que van hacia Santiago.


Acabamos. La última foto nos muestra el inicio al camino de la sierra.

viernes, 25 de febrero de 2011

Rutas

El camino de la Sierra: de Ruteixeira a Ponte Tréveda.


Esta tercera ruta descrita es en realidad una continuación de las entradas de Enero y Febrero de 2010 que describen el camino que recorre el valle de Valdelobas. Como su nombre indica, es un camino que transcurre por la sierra que divide los valles de Valdelobas y Paradela. Fue camino de acceso a la leña, a los cultivos en el monte llamados searas y a los pastos de invierno para ir con el ganado. Por su altura, se divisan pueblos vecinos, montes lejanos y bellos paisajes.

Empezaremos nuestro camino en Ruteixeira, donde lo dejamos en la anterior ruta, empezando a subir el camino por la derecha del valle. A la izquierda, a otro lado, veremos el paraje llamado Sopenas.

Seguiremos subiendo y, tras dejar a la derecha una pista de nueva costrucción, giraremos por la segunda, donde seguiremos subiendo. Si fuéramos por la izquierda, por la pista que empieza a bajar, nos llevaría al cercano pueblo de Lamagrande. Desde el cruce, la parte monte que vemos enfrente se llama o Arganal.



El camino continua entre bosques de robles, a través de un paraje llamado Trigais. La gente mayor todavía recuerda que en la posguerra todo esto eran searas o trozos de monte que se quemaban para sembrar centeno.


Entre los árboles vemos el camino que al otro lado del valle sube hacia Lamagrande, situado casi en lo alto de la montaña, aunque no se ve desde aquí.


Hacia el lugar llamado Valquente, el camino ya es bastante llano. Antiguamente toda esta zona era lugar para aprovisionamiento de leña para el invierno.



Se empieza a observar una buena vista del valle de Valdelobas, con el camino nuevo citado anteriormente más abajo. Al fondo, el monte más alto es la Pena do Seo, en cuyas faldas hubo unas famosas minas de wolfram.



Casi enfrente vemos a Serra da Escrita, en cuyo alto se encuentra la escombrera producida tras el derrumbe del túnel de la A-6 a principios de 2009.



También vemos otra imagen de Sopenas.



Tras un corto espacio de tiempo, empezamos a ver el monte Pereiro, situado justo enfrente de Trabadelo. También vemos el pareje conocido como o Ucedo das Rañas, donde se iba con el ganado a pastar en los meses de invierno.



El monte de enfrente se llama Chao do Pedro y el cavorco, a Vellonciña.



Vista hacia el fondo del valle de Valdelobas, con los prados llamados a Vella.



En esta otra instantánea, mirando hacia atrás, apreciamos el camino nuevo por debajo nuestro y otra vez Sopenas.



Y llegamos a la llanura llamada Chandadrada, desde la que se ve el pueblo cercano de Soutogaioso (Sotogayoso) y a su lado el monte llamado Cruz de Souto, con forma característica de pico agudo. El nombre de Chandadrada es muy antiguo, apareciendo ya en el Libro de la Montería del rey Alfonso XI escrito en la primera mitad del siglo XIV. Las cosas han cambiado mucho desde entonces, pues hablando de estos valles dice lo siguiente: '...a ladera de Valde Lobas que es cabo Villafailde (Villafeile, pueblo situado un poco más abajo de Lamagrande), es buen monte de oso en verano, y es la vocería (grupo de gente que se ponía en las batidas para espantar a las reses, azuzándolas y confundiéndolas a base de voces altas y destempladas, hacia el puesto de los cazadores) por el Antigua de Fallaos, y por los collados de Valde Lobas y por Sopeñas (Sopenas) Y es la armada (línea donde están los cazadores) en Chandredadas (Chandadrada) que es en la sierra de Trigais...' Obsérvese que acabamos de ver varios de estos nombres de lugar, aunque después de siete siglos no se cazan osos por la zona.



Un poquito después, se nos unirá el camino nuevo que sigue paralelo al que venimos.



Y otro poco más allá, llegaremos a otra bifurcación de caminos: el que nos queda a la izquierda es el camino tradicional que subía al pueblo de Canteixeira. El camino empieza a bajar, pero eso lo veremos en la próxima entrada.


sábado, 5 de febrero de 2011

Mes a Mes (IV)

Abril




Abril representado en las pinturas del Panteón de los Reyes de San Isidoro de León. Fuente: http://www.romanicoaragones.com/






Según el refrán, abril es chuviñoso, lluvioso. Mes decisivo por la lluvia que necesitaba el cereal que empezaba a nacer. El trigo se sembraba a finales de mes: con un mego o cesto en el cual se metía la mano y se iba extendiendo el grano. La proporción era media fanega o dos cuartales de tierra por una de semilla. También es época de siembra de patatas, sobre todo el las Cortiñas, donde se hacía a sacha y en surcos (sucos), tapándolos luego. Se empezaban a quitar las primeras malas hierbas. En abril el ganado empieza a ir a los prados hasta mediados de mayo, cuando éstos se reservan para la recogida de la hierba.

Fiestas y celebraciones: Destaca la Semana Santa, que empezaba el Domingo de Ramos, día en el que tradicionalmente todo el mundo ha de estrenar algo y se bendecían los ramos de laurel (también boj o tejo) y seguía con el Jueves Santo, cuando a partir del mediodía no se podía trabajar hasta el lunes siguiente. Durante este día se hacía el llamado monumento. Consistía en tapar el altar mayor de la iglesia y poner velas a los santos del altar lateral (la Virgen del Rosario y San Antonio), para los que todo el mundo compraba una vela, habiendo tanta cantidad de ellas que los mozos dormían en la iglesia para evitar que con el fuego de dichas velas se pudiera quemar la iglesia. Durante el Viernes Santo tenían lugar el Vía Crucis, los calvarios hasta el cementerio (eran famosos los cantos de las beatas) y también dos procesiones: una diurna en la que era sacado el Cristo sólo por los hombres y otra nocturna, en la que la sacada era la Virgen del Rosario y en la que el exterior de las casas del pueblo era adornado con luces, ya fueran velas, cirios, conchas de caracol con mecha, etc. Durante la noche del Viernes Santo y la del Sábado Santo los mozos seguían durmiendo en la iglesia para evitar posibles fuegos. Y llegaba el Domingo de Resurrección, día en que los padrinos regalaban el panecillo a sus ahijados y se comía de postre torraxas (torrijas)
Es conveniente señalar que después de Semana Santa siempre había confesiones generales con posterior comunión.









Abril ilustrado en el libro de horas "les très riches heures du Duc du Berry", manuscrito del siglo XV. Fuente: Wikipedia.